Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Madrid no pasa página: una cuenta de Instagram redescubre la ciudad y la huella de la Guerra Civil a través de los libros

Daniel González Palacios, que administra la cuenta de Instagram Libros de Madrid.

Guillermo Hormigo

Madrid —
15 de febrero de 2025 01:00 h

0

“Soy madrileño, estudié historia y siempre me ha apasionado la ciudad”. Así describe Daniel González Palacios el origen de su enorme interés por la literatura y el pensamiento alrededor de la capital. Una aficición que le ha llevado a crear la cuenta Libros de Madrid. El nombre habla por sí mismo sobre el contenido de este perfil de Instagam, que desde su creación en junio de 2023 supera ya los 6.300 seguidores.

“Nací en el año 1980 y por ser de esa época tuve la suerte de vivir en la calle, de pasar mucho tiempo no solo residiendo en Madrid, sino echando las horas de aquí para allá”, comenta Daniel en conversación con Somos Madrid. Vecino del distrito de Arganzuela, aunque hace unos años se mudó a Pacífico (Retiro), cuenta que siempre le interesó conocer la historia del entorno en el que se crio. “Soy de Delicias y mi objetivo principal fue al principio analizar cómo era la zona en el pasado, sobre todo durante un período que siempre me ha interesado mucho: la Guerra Civil”. Así, la curiosidad inició un proceso imparable: “Leyendo libros vas cogiendo más y más bibliografía. Luego una historia te lleva a otra”.

Daniel se detiene en la sangrienta contienda que marca la España de los últimos cien años, un conflicto que ocupa un importante porcentaje de sus recomendaciones libreras: “Estudié en el colegio Miguel de Unamuno, en la antigua calle de la Batalla de Belchite [ahora calle de Juana Doña]. El edificio había sido campo de concentración después la guerra. Se hablaba de fantasmas, torturas y anécdotas muy oscuras. Además está junto a la cácerel de Yeserías, en la que acabaron muchos represaliados”.

Para este historiador de formación, dedicado ahora al marketing digital (su afición instagramera le permite combinar ambas facetas), también fue muy trascendente dar sus primeros pasos en “una zona con aura de barrio obrero”. Relata que siempre se imaginaba cómo sería años antes, especialmente durante el trágico período de la Guerra Civil y la posguerra franquista. “El interés por Madird en general y por el período guerracivilista en particular viene por mi bariio y por mi infancia”, sintetiza.

Más adelante, sus estudios universitarios le permitieron conocer otras capas de la evolución de Madrid: “Al terminar la carrera profundicé en todo tipo de cuestiones, como decía una cosa acaba llevando a la otra y ves que hay una literatura muy vasta sobre la ciudad”. Ahora comparte libros sobre historia, pero también sobre urbanismo, cultura, apuestas más puramente narrativas e incluso cartografías. Los formatos también son de lo más heterogéneos, desde lo ensayístico hasta el cuento.

Sobre la apuesta por la cuenta de Instagram, Daniel señala que vio una necesidad que al menos él no encontraba satisfecha en redes: “Hay muchas cuentas de libros, y obviamente también muchas de Madrid, pero estas suelen centrarse más en planes, ocio y lugares secretos. Se me ocurrió combinar ambas cosas, para mostrar los libros que me han ido gustando y que pueden interesar a la gente”.

Se muestra “contento” con la respuesta del público, aunque admite no poder dedicarle el mismo tiempo a elaborar vídeos y campañas que otro tipo de cuentas sobre la ciudad. De todas formas, reconoce que cuando toca seleccionar y compartir las recomendaciones opta por guiarse por sus propios impulsos: “El 99% es cosa mía, prefiero decidir yo e ir cronológicamente”.

Porque esa es una de las particularidades de Libros de Madrid: las publicaciones, de una periodicidad no fija pero apróximadamente semanal, funcionan a modo de (imperfecta) máquina del tiempo: “Voy de atrás a adelante en el momento en el que se ambienta o que trata cada libro, y luego reinicio”. Entrar al perfil permite comprobar de un vistazo el viraje histórico de la ciudad, pero también de la propia literatura o de las ideas de diseño desde las que se concebían las portadas y las ediciones. “No me fijo mucho en la estética, pero es verdad que a veces miro mi págima y me resaltan los colores, cómo van cambiando. Pero ya digo que es aleatorio”, aclara.

La corte con espíritu de villa

Ya que la conversación está establecida y avanza con ligereza, Daniel se anima a hablar de esa evolución de la capital que queda reflejada en su concatenación de posts: “Madrid es corte desde 1561, cuando Felipe II la establece allí. Recibe al poder político y religioso, empieza su papel central que luego refuerza con el avance liberalismo a partir del siglo XIX. El otro proceso que la marca es convertirse en una ciudad de emigracion. Primero procedente de otras zonas de España y, ya a finales del siglo XX e inicios del XX, de otras partes del mundo”.

Daniel habla de una “capital cultural, económica y financera en la que a la vez hay y había mucha miseria”. Recuerda que el problema de la vivienda viene desde hace siglos: “La gente se tenía que ir a los arrabales, algo que siguió pasando durante todo el siglo XX, en el franquismo”. Desde su punto de vista, la ciudad no ha vivido más transformaciones que las del resto del planeta: “Ha cambiado el mundo, la tecnología o el desarrollo humano. Pero Madrid no ha cambiado tanto, se siguen repitiendo sus errores”.

Su visión guarda semejanzas con las de sus dos autores favoritos a la hora de retratar la ciudad: Benito Pérez Galdós y, especialmente, Pío Baroja: “Si tengo que elegir un libro sobre Madrid me quedo con La busca [1904, primera entrega de la trilogía La lucha por la vida], ambientada en Arganzuela y que trata los problemas de la gente humilde”.

Aunque también quiere resaltar La piqueta (1959), novela de Antonio Ferres, escritor madrileño de la generación de los 50: “Es un relato sobre emigrantes extremeños y andaluces en los años cuarenta y cincuenta. Aborda precisamente esos problemas de vivienda, de personas humildes que tenían que construir sus viviendas por la noche para evitar que se las tiraran abajo las autoridades franquistas”. Respecto a una recomendación más contemporánea, lo tiene claro: “Como me gusta mucho la música británica, diría las Historias del Kronen (1994). Me marcó mucho su recorrido por los garitos noventeros”.

Etiquetas
stats