En la era actual, donde lo digital prima, el megapíxel manda y la inmediatez domina todo lo que hacemos, la fotografía analógica ha pasado a ser un noble arte entregado a la paciencia, donde para disparar hay que tenerlo muy claro, pues los resultados no surgen de inmediato. Muchos de nosotros tenemos recuerdos de aquellas sensaciones que nos producía llevar ese carrete de las vacaciones de verano a revelar, sin saber qué encontraríamos al recogerlo.
Fotos movidas, mal encuadradas, ¿qué más daba si de esas veinte fotos nos valían tres? La magia estaba en no saber qué íbamos a encontrar. Pero la fotografía analógica, cuyo verdadero nombre es química, pero que se ha quedado con el mote por ser lo que es, un retrónimo, sigue viva en las manos de muchos amantes de este arte que no necesariamente son nostálgicos, sino que aprecian su modo, su fondo y sus resultados. ¿Pero qué es exactamente lo que les seduce de este proceso fotográfico tradicional?
Para poder transmitir con certeza qué es lo que la fotografía analógica hace sentir a aquellos que se mantienen fieles a ella, hemos hablado con Manuel Moraleda, un fotógrafo que lleva más de veinte años entregado a la causa y diecisiete de ellos pegado a su Canon EOS 5, que compró en New York y que le he ha acompañado por cuatro de los cinco continentes.

El encanto de la imperfección
Lo primero que recalca Manuel es que la fotografía analógica nos ofrece un resultado que de ninguna manera podemos conseguir con la fotografía digital. El famoso grano, el encanto de la imperfección, que dota de textura a las fotografías. Dicen que se puede replicar con software, pero el resultado no es el mismo. Ese grano, que hoy en día es cada vez es más difícil de conseguir (ni se quiere) pues los sensores responden cada vez mejor a sensibilidades ISO mayores.
Manuel nos habla de la corporeidad de las fotos, de la importancia del tacto, y en ese sentido, nada es más físico que el grano en las fotos, pues no se trata más que del resultado de una reacción química. La película fotográfica (el carrete) es una emulsión de haluro de plata para blanco y negro, y de haluro de plata más colorantes fotoreactivos para el color, que se encuentran en una película plástica.
El grano nunca es igual en dos fotografías
Así, el tamaño y opacidad del grano dependen de la sensibilidad de estos haluros a la luz. De este modo, si la película no era muy sensible, necesitaba mucha luz y el grano se hacía imperceptible. Del modo contrario, si la película era muy sensible lo primero que encontrábamos era este grano que nunca era igual en dos fotos distintas.

La paciencia y el sosiego
Además de esta fisicidad de los resultados, Manuel nos habla de lo reposado, de hacer las fotos con calma, pues cada disparo es dinero perdido. En ese sentido no le podemos quitar la razón, pues mientras que con una cámara digital podemos sacar tantas fotos como queramos sin preocuparnos, en el caso de la fotografía analógica requiere de nuestra atención más absoluta.
Dice que si le gusta mucho una escena, espera pacientemente a que se libere de transeúntes o a que haya la luz perfecta para poder capturarla, algo que en fotografía digital ya no se estila tanto, porque en realidad tampoco es necesario, pues podemos ver en cada momento qué hemos retratado. Tampoco niega que entiende que la gente, incluso colegas de profesión, hayan dado el paso hacia lo digital, pues el esfuerzo y tiempo invertido disminuye notablemente.

El arte del revelado
Otro de los puntos que separan de manera fulminante ambos métodos es el proceso de obtención de las fotografías. Mientras que con una cámara digital el procedimiento es sacar la tarjeta de memoria y pasarlas a otro dispositivo para después imprimir, compartir o guardar, en el caso de la fotografía química es mucho más largo.
En ese sentido reside esa magia especial de no saber qué saldrá hasta que hayamos revelado el carrete y también se aplica de nuevo el concepto de sosiego, pues revelar por uno mismo, especialmente en color, no es tarea rápida ni sencilla. Manuel nos comenta que él antes revelaba sus fotos, pero que le resultaba un proceso demasiado tedioso, por lo que directamente lo lleva a un centro de revelado.
Revelar es un proceso lento, especialmente en color, pero también forma parte de su encanto
El revelado en blanco y negro, aunque engorroso, es relativamente sencillo y si lo queremos se puede llevar a cabo desde casa sin necesidad de una infraestructura mayor que un tanque de revelado y tres líquidos: revelador, baño de paro y fijador. En el caso del revelado en color, requiere de una técnica más específica en la que debemos conocer la temperatura de los colores y el proceso se vuelve mucho más largo.

Para iniciarse: ¿analógica o digital?
La última pregunta que le hicimos a Manuel fue qué le recomendaría a alguien que quiere iniciarse en el mundo de la fotografía, ¿empezar con una cámara analógica o con una digital?. Él respondió sin titubeos que «la fotografía nos ayuda a reflexionar y en el caso de la analógica, es un buen modo de aprendizaje para valorar y mejorar la técnica desde sus orígenes».
En todo caso, ésta es una decisión muy personal y si bien la fotografía analógica nos permite depurar más la técnica por aquello de "pensarnos cada disparo" hasta ir consiguiendo los resultados que buscamos, la fotografía digital nos deja exprimir al máximo las posibilidades de una cámara, por lo que es cuestión de gustos y sobre todo, lo más hermoso de todo, es seguir teniendo la posibilidad de elegir gracias a que ambas coexisten.
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Fotografías de Manuel Moraleda reproducidas con permiso del autor para este artículo
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Usuario desactivado
Un ejercicio para aprender a pensar y planificar las fotos es salir una mañana a algun lugar interesante, pero solo puedes hacer 3 fotos. Solo 3 disparos en total, salgan como salgan, sin excusas.
José Manuel
El artículo destila pasión, romanticismo y nostalgia por los cuatro costados, cosa que me parece totalmente comprensiva en quienes se han pasado media vida entre carretes y cuartos oscuros. Esas sensaciones de entregar un carrete de tus vacaciones y recoger los resultados varios días después reconozco que son inigualables, signo inequívoco de que la añoranza está haciendo su trabajo. Pero desde el punto de vista puramente de la calidad no creo que haya nada que iguale una fotografía digital (con una buena cámara, eso sí). Si hablamos del grano, yo lo veo como un efecto no deseado pero imposible de eliminar en la fotografía química, aunque un romántico de la fotografía no lo vea igual. Me gusta que al menos no haya despotricado de la fotografía digital como hay muchos que sí lo hacen.
muscardino
Creo que está mal enfocado el sentido del artículo.
Se hace una loa a la fotografía química y una de las cosas que se resalta es el efecto de grano que en ocasiones aparecía. Hubo una época en la que llegó a tener su prestigio sobre todo en ambientes de sociedades fotográficas. Yo no lo entendí nunca porque es bastante negativo para el conjunto de la imagen. En ese estilo de fotografía granuloso se especializó David Hamilton retratando a adolescentes evocando un erotismo incipiente y el asunto acabó hace unos meses como el rosario de la aurora. Se suicidó cuando empezaron a acusarle de haber violado a las adolescentes que retrataba hace décadas.
Ninguno de los grandes fotógrafos de la historia tiene una obra basada -aunque sea parcialmente- en el efecto del grano. Precisamente, para evitar ese efecto, en épocas en la que la película era de una baja calidad, usaban cámaras de gran formato para ampliar relativamente poco los positivos respecto al tamaño del negativo.
Es errónea esa idea que se trasmite de que con la tecnología digital, al poder realizarse infinitas fotos sin coste real, se facilitan las cosas en términos de calidad respecto a la química, que había que contar las fotos que se hacían. El lograr buenos encuadres es idéntico en ambas tecnologías y para nada una gran cantidad de disparos aseguran resultados finales mejores.
Saludos.
chamaruco
Si "en realidad es química" (realmente fotoquímica) entonces NO uses lo de analógica por puro "clickbait".
El revelado de la película es lo que requiere solo un tanque y los químicos y poco más, en color es básicamente lo mismo y no hay que conocer "a temperatura de los colores y el proceso se vuelve mucho más largo" lo que sucede es que los procesos C-41 (negativo color) y E-6 (diapositiva color) necesitan altas temperaturas y mantenerlas constantes, lo que puede ser más engorroso que revelar a los 18-20 grados que se suele usar para el revelaod de negativos b/n usando química estándar. Pero no es mucho más complicado si se tiene un poco de mañana con la temperatura de los baños; yo he revelado muchísimo E-6 a mano sin problemas y solo con agua caliente del grifo, sin resistencias con termostato.
Lo que sí que es considerablemente más complejo es el positivado manual en color que requiere del buen uso de filtros de corrección y, generalmente, pasa por la utilización de un analizador de color y, además el papel se debe manipular y revelar en total oscuridad y, de nuevo, el proceso RA-4 requiere elevadas temperaturas y mantenerlas constantes.
frank
Cuando alguien viene y me dice "fotografía analógica" siempre le digo "tradicional, clásica o química" razonandole que si es que a caso la música clásica paso a llamarse "analógica" cuando apareció la electrónica y eléctrica.
ertioderbigote
Lo que es absolutamente delicioso es que los aficionados de la fotografía química sigan teniendo material para su estilo fotográfico.
Evidentemente la gran masa de usuarios de fotografía ocasional optaremos por la facilidad y comodidad de lo digital.
Ojalá todos los estilos convivan durante más tiempo.
jesusjavierrobles
Entiendo que la fotografía química pueda tener un valor nostálgico para alguien acostumbrado a usarla. Incluso puedo compartir el valor didáctico de conocer los métodos tradicionales de generación de la fotografía. Pero no coincido ni por un momento con esa reivindicación de "calidad del grano", o del valor de la necesidad de malgastar tomas. Ni existe ningún fenómeno físico de degradación de las fotos que no pueda simularse digitalmente, ni tiene sentido filosófico alguno decir "lo bonito de esta forma de hacer cosas es que la mayoría van a tener que ir a la basura". Como casi siempre, veo en este artículo una falsa necesidad de justificar lo injustificable. Como alguien que pretende convencerme de las ventajas de renunciar a la red eléctrica y volver a iluminar la casa solo con velas. Creando excusas irreales y absurdas para un gusto que solo debería resumirse en "a mi me gusta así, y no necesito más razones". Y que además no me creo - estoy seguro de que el Sr. Moraleda, además de esa EOS 5, tiene alguna cámara digital, que usa para la mayoría de sus disparos.
jtusell01
Antes se valoraba de otra manera la fotografía, incluso recuerdo las bonitas instantáneas de montaña sacadas con una sencilla kodak 235 de foco fijo y arrastre manual con muy buenos resultados, o como una vez con una reflex Praktica de controles totalmente manuales y en montaña me salieron de dos carretes casi todas sobre expuestas por no ajustar bien las exposiciones con el fotometro. Y todavía conservo una Canon EOS rebel por ese gusanillo de si "algún dia" tiro un carrete, además por una de estas cámaras no se paga casi nada hoy día, mejor guardarlas.
onelio.gonzalez.1
Les apuesto lo que quieran a que dentro de unos años habra un repunte de la fotografia quimica (o como quieran llamarle).
Tuve el placer de hacer fotografia quimica durante unos años. Un amigo fotografo me vendio su laboratorio, casi me lo regalo con el dolor de su alma, porque a su esposa alergica le hacia daño el contacto con los quimicos. Desde esa epoca me enamore de todo el proceso, aun recuerdo los nombres de los quimicos. Los tenia a todos por separado, no como los kits donde ya casi todo estaba pre-elaborado. Tenia que pesarlos para obtener la mezcla perfecta, medir la temperatura y hacer todo el proceso teniendo en cuenta el ISO de la pelicula. Aun recuerdo como practicaba completamente a oscuras como sacar el rollo de pelicula del carrete igual que un soldado que practica como desarmar un fusil con los ojos vendados.
Ahora todo se hace con una memoria y lightroom. Indudablemente las nuevas tecnologias democratizaron el proceso y le facilitaron las cosas a los fotografos, pero el que alguna vez aprendio a la antigua estoy seguro que nunca lo olvidara.
mauro1967
quimica, fotoquimica analogica y digital, el formato importa? porque para mi antes que la cámara importa el fotógrafo, total, es tu criterio el que vale a la hora de hacer una toma, no les parece?, yo adoro la fotografía química o analógica, y es verdad hay veces que cuando escaneo con un canon scan 8800F (vamos que no tengo el chorro de dinero para gastármelos en el hasselblad o en un nikon!!) me encanta incluso los colores, pero la verdad que los tiempos a nivel de trabajos disminuyeron con las cámaras de sensor digital, aparte que en algunos países (mi país ecuador incluido) los carretes de formato 35mm, formato medio están en franca extinción, es mas en mi ciudad guayaquil no hay ya!!. para mi no importa el medio, total he hecho buenas fotos con un celular (mínimo gama media alta obviamente), si solo es posible usar digital, lo hago, eso me convierte en mal fotógrafo o en mejor? creo que mas bien la forma que hagas encuadres, como veas el ambiente y como compongas es lo que vale en realidad, mas claro, no es el arco y flecha, es el indio!! (o robin hood, según quien lo vea)
donmyguel
Yo también hago fotografía química, luego me gusta "el fondo" del artículo, que contiene un error garrafal. En él se dice: "el tamaño y opacidad del grano dependen de la sensibilidad de estos haluros a la luz"
Todo lo contrario: la sensibilidad depende del tamaño del grano. Así, las películas de grano fino son de baja sensibilidad y las de grano grueso, de alta sensibilidad.
En otro orden de cosas, algunos de vosotros habláis del grano de las películas de color, pues bien, las películas en color NO TIENEN GRANO; y no lo tienen por la sencilla razón de que una película en color, una vez revelada, no contiene ni un grano de plata. Lo que aparece al forzarlas o en condiciones de luz precarias, son acumulaciones de colorantes.
guijaferroviario
Últimamente estoy escaneando mis viejos negativos, que inexorablemente se están deteriorando. Donde veo fotos geniales, fotos con grano, fotos movidas, y fotos sub / sobre-expuestas. Supongo que hay gente a la que le gustarán estas cosas y tendrán (a su vez) TV de tubo con todos sus defectos. Respeto y mantengo (por nostalgia) máquinas analógicas 6×6, la fotografía clásica. Pero soy de los que pienso y no concibo una vuelta atrás. Por calidad, rapidez, archivo, ...etc
Para mi, la fotografía es plasmar con la máxima fidelidad posible, la realidad que vives en el momento de realizar la instantánea. El grano, las deformaciones opticas y demás, que tanto gustan a los "modernos", no son mas que eso, efectos secundarios no deseados (o si).
Viva la fotografía, y el vino.
Usuario desactivado
Pongo ISO 16000, B/N y cual foto analógica