YODONA
Día Internacional de la Felicidad

Victor Küppers: "En la vida pasamos muchas veces por túneles, pero son túneles, no son pozos. Se sale si uno sigue caminando y con ayuda"

En tiempos de crisis, guerras e incertidumbre, ¿cómo podemos cultivar un optimismo realista sin caer en la ingenuidad? Victor Küppers aporta las claves en el Día Internacional de la Felicidad.

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Victor Küppers, conferenciante, en Torre Cepsa, ahora Moeve, en el área financiera de Madrid.
Victor Küppers, conferenciante, en Torre Cepsa, ahora Moeve, en el área financiera de Madrid.SERGIO ENRÍQUEZ-NISTAL

"Vivimos de muy mal humor. Hemos perdido la alegría y el ánimo," sentencia Victor Küppers (Eindhoven, Países Bajos, 23 de mayo de 1970), licenciado en Administración y Dirección de Empresas, doctor en Humanidades, docente en universidades como la de Barcelona y divulgador en conferencias motivacionales centradas en la psicología positiva y el desarrollo personal. A primera hora de la mañana ya acumula varias anécdotas para ilustrar su demoledor inicio de ponencia, titulada Sin límites. El poder del pensamiento positivo en tiempos de cambio. Ha llegado en taxi a la torre Moeve, el segundo edificio más alto de España y empresa promotora de la homónima publicación, donde tiene lugar este evento que cuenta con otros profesionales como el reputado psiquiatra Enrique Rojas. "A mí me gusta hablar con todo el mundo, soy de los que saca temas a los conductores." Pero le tocó el mustio. El que se queja del tráfico de la ciudad, pero también de su pueblo porque no hay de nada, ni farmacia. Y de que está hasta el gorro de su familia.

Küppers saca entonces su teléfono móvil para estar a lo suyo. Pasan junto al Bernabéu y vuelve a la carga. Pregunta si verá el partido del Real Madrid contra el Atlético. "¿Once millonarios detrás de una pelota? ¡Qué deporte más absurdo!" clama el malhumorado taxista. Aún así, en lugar de mandarle bien lejos, decide darle una última oportunidad. Le promete una propina si la gasta en bajar del taxi y disfrutar de una cerveza tranquilamente. "Estoy tomando medicación, no puedo ver a nadie," le responde casi a gritos. A este señor podríamos ponerle la etiqueta de rancio, desagradable, antipático... Sin embargo, Küppers piensa que tiene todo el derecho a estar así.

¿Es posible ser feliz todo el tiempo?

"Mi trabajo es fácil y me encanta, cualquiera no puede decir lo mismo. Hay gente con mucha presión y estrés. No es verdad que tengamos que estar todos felices y contentos. Cada uno tiene sus problemas personales y laborales. Y por supuesto que le afectan."

Sonríe, todo va a estar bien. Si quieres, puedes. Confía en el proceso, todo llega a su tiempo. Cree en ti y todo será posible. Las redes sociales y los libros de autoayuda están plagados de estos manidos conceptos que resultan demagógicos y cuesta aplicar. Sin embargo, hay quien va por la vida sonriente pese a tener una grave enfermedad. ¿Qué hacen esas personas que mantienen la ilusión y el tipo pese a que su equipo de fútbol pierda, Trump ponga aranceles y bajen las bolsas o estén calados hasta los huesos al no llevar paraguas aunque lleve lloviendo 12 días seguidos?

Aceptar lo que no podemos cambiar

"La realidad es la que es y no se puede cambiar. La interpretamos. Puedo pensar que vaya rollo que llueve o que es bonito que lo haga. El adjetivo lo elegimos nosotros. El pesimista busca la interpretación negativa y el optimista busca la positiva, esa es la diferencia. Pero lo que es innegable es que llueve."

Uno puede acabar loco si se detiene en los problemas políticos, económicos, sociales, en las guerras, el cambio climático y otros tantos temas que no están en nuestras manos. "Hay que centrarse en aquello que podamos hacer para mejorar el entorno en el que influimos, es lo único que podemos hacer. Dedícate a reciclar, a tener comportamientos sostenibles, concienciar a tu entorno, eso sí que depende de ti," apunta Küppers.

Cómo encontrar la serenidad en el caos

¿Se trata de una habilidad que se entrena, como ir al gimnasio? "La genética nos puede condicionar, las circunstancias nos influyen, pero hay un espacio que podemos trabajar para mejorar, que depende solo de nosotros y eso es lo importante." En la era de las redes sociales, parece que hay una presión constante por estar bien y ser felices. ¿Cómo diferenciar un positivismo sano de uno impuesto o artificial? Responde sin tener TikTok o Instagram, aunque sus píldoras en vídeo estén por todas partes. "No soy muy amigo porque nos manipulan, afectan al ego y precisamente por eso: nos imponen una felicidad artificial." Para el experto, la vida no va de estar siempre feliz, eso es imposible. Defiende que la vida va de hacer algo grande con ella, un proyecto que nos trascienda y que no tiene que suponer estar contentos todo el tiempo, sino de tener valores y principios dignos.

"La psicología positiva, que quizá tiene un problema con el nombre, está más cerca de ser buena persona, ayudar a los demás y ser agradecido que de estar siempre felices y alegres."

Recurre a la cita que se utiliza en los grupos de Alcohólicos Anónimos y otras organizaciones de apoyo: Concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las cosas que puedo y sabiduría para reconocer la diferencia. "El objetivo no debería aspirar a ser siempre felices sino la serenidad, la paz mental y vivir con sentido."

La importancia de los valores y principios

Aclara que no deberíamos confundirlo con resignación o conformismo. "El desahogo es terapéutico. Pero tiene que tener una duración razonable en el tiempo y hay personas que no lo han pillado: llevan años quejándose. Estar siempre enfadado por lo que no puedo cambiar nos quita la alegría y no cambia las cosas. Hay un momento para llorar y hay otro para levantarse y seguir adelante."

El éxito en la vida no es tu marca de coche, un Lamborghini, como nos dicen las redes sociales. "El éxito en la vida es querer y sentirte querido por las personas que más quieres, ser buena persona y hacer la vida agradable a los demás," concluye quien también se permite el desánimo. "En la vida pasamos muchas veces por túneles, pero son túneles, no son pozos. Se sale si uno sigue caminando y con ayuda, porque los que no estamos en situaciones difíciles tenemos que apoyar. Estamos para ayudarnos unos a otros, no vale mirar a otro lado."